Los autónomos tienen la oportunidad de aprovechar diversas opciones para desgravar en su declaración de la renta, y los seguros juegan un papel importante en este sentido.
Uno de los aspectos más relevantes es la inclusión de seguros médicos, como el seguro de Salud, el de Baja Laboral o el de Enfermedades Graves.
Estos seguros son deducibles siempre y cuando se suscriban como alternativa al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
Los autónomos pueden desgravar el importe de las primas satisfechas por estos seguros, tanto para su propia cobertura como para la de su cónyuge e hijos menores de veinticinco años que vivan con ellos.
El límite de deducción es de 500 euros por persona, aunque aumenta a 1.500 euros si la persona es discapacitada. Además, los seguros de Salud contratados para empleados también son deducibles.
Otros seguros
Además de los seguros médicos, los autónomos pueden deducirse gastos relacionados con otros seguros necesarios para el desarrollo de su actividad.
Esto incluye el seguro de Responsabilidad Civil sobre la actividad profesional, el seguro contra Robo, el seguro de Protección de Mercancías y otros seguros vinculados a la actividad empresarial.
Los seguros de responsabilidad civil son una pieza clave en la protección financiera tanto para autónomos como para empresas. Sin embargo, en términos de deducción fiscal, existen diferencias significativas entre estos dos grupos.
Para los autónomos, el seguro de responsabilidad civil es deducible siempre y cuando esté directamente relacionado con su actividad profesional. Esto significa que si el seguro cubre cualquier eventualidad que pueda surgir en el curso de su trabajo independiente, como daños a terceros o pérdidas financieras, entonces puede considerarse como un gasto deducible en su declaración de impuestos.
Por otro lado, para los trabajadores por cuenta ajena, el seguro de responsabilidad civil no es deducible. Esto se debe a que su empleador es quien asume la responsabilidad por cualquier daño que puedan causar durante el ejercicio de sus funciones laborales.
En el caso de las empresas, el seguro de responsabilidad civil también puede ser deducible en el Impuesto de Sociedades. Siempre y cuando esté vinculado a la actividad profesional de la empresa y cubra cualquier riesgo asociado con sus operaciones comerciales, las primas de este seguro pueden considerarse como gastos deducibles en la declaración de impuestos de la empresa.
Además del seguro de responsabilidad civil, otro aspecto importante es el seguro del coche. Al igual que el primero, los autónomos pueden acogerse a la deducción por este seguro si está relacionado con su actividad profesional. Esto significa que si el vehículo se utiliza exclusivamente para fines comerciales, como visitas a clientes o transporte de mercancías, entonces las primas del seguro del coche pueden ser deducibles en la declaración de impuestos del autónomo.