Los seguros para comunidades son productos aseguradores indispensables para proteger a los propietarios frente a siniestros que tienen lugar dentro de lo que se consideran zonas comunes. Esto puede deberse por tanto a eventualidades como una teja desprendida, una rotura de la bajante o un incendio. Pero también pueden deberse a problemas en la gestión de la comunidad, como por ejemplo los impagos por parte de vecinos de los gastos comunitarios o la responsabilidad civil.
A menudo surgen conflictos sobre los límites de lo que cubre un seguro de comunidad de un edificio con respecto a lo que cubre el seguro de hogar de cada uno de los propietarios de sus viviendas. En este sentido, es importante resaltar que estos seguros precisamente tienen la misión de complementar al seguro de hogar, y por tanto la póliza debe ser contratada según las necesidades y peculiaridades de cada edificio.
La ventaja es que los seguros de comunidades son productos multirriesgo con la suficiente flexibilidad como para que, con un estudio adecuando, puedan adaptarse lo más posible a cada caso. Pero para ello, lo que no podemos dejar de aconsejar es que se recurra a un asesoramiento imparcial y profesional como el que ofrecemos desde JLA Asociados, con el fin de estudiar las necesidades concretas del edificio a asegurar, antes de embarcarse en la contratación de un seguro para comunidades.
Las coberturas adaptadas a cada caso concreto
A simple vista puede parecer que los seguros de comunidades y de hogar presentan algunas duplicidades y coberturas comunes, pero lo cierto es que, además de las coberturas específicas que presenta cada póliza, podemos encontrar otras adaptadas a su ámbito de actuación.
Por ejemplo, en caso de la rotura de cristales, ambos seguros se complementan así:
- El seguro de comunidad cubre los cristales de las ventanas comunes, la fachada y las puertas comunitarias.
- El seguro de hogar cubre la rotura de los cristales en el interior de las viviendas.
No obstante, también puede ser interesante para algunos edificios contratar un seguro cuyas coberturas vayan más allá del ámbito comunitario.
Por ejemplo, es frecuente contratar seguros comunitarios que cubran los daños por agua privados o estéticos de cada vivienda.
Sin embargo, no es tan frecuente cubrir el contenido de las viviendas particulares en el seguro de comunidades, sino sólo el mobiliario de las zonas comunes (portal, sala de reuniones, etc).
En conclusión
Los seguros de hogar y los seguros de comunidades son productos complementarios y no excluyentes.. Esto se debe a que cada uno cubre necesidades y riesgos específico. Son tan importantes el uno como el otro ya que ambos cubren imprevistos a los que estamos continuamente expuestos tanto dentro como fuera de nuestra vivienda o comunidad.
Para cualquier duda o aclaración puedes contactar con nosotros. Estaremos encantados de asesorarte y de ayudarte a elegir el producto que mejor se adapte a tus necesidades.