Imagínate un escenario donde puedes asegurarte de que tu ser querido con discapacidad reciba la mejor atención financiera y sea protegido contra las incertidumbres fiscales. Esto no es una fantasía, sino una realidad proporcionada por la figura del patrimonio protegido.
Este artículo te proporcionará todo lo que necesitas saber sobre el patrimonio protegido para personas con discapacidad. Desde qué es, cómo se establece, a quién beneficia y cómo se puede maximizar para el bienestar de tu ser querido. ¡Sigamos leyendo!
¿Qué es el patrimonio protegido?
El patrimonio protegido para personas con discapacidad es un mecanismo legal establecido para salvaguardar los derechos y el bienestar financiero de aquellos con ciertos grados de discapacidad. Este término se refiere a un conjunto de bienes y derechos, ya sean monetarios o no monetarios, que se reservan exclusivamente para garantizar la calidad de vida de la persona con discapacidad.
Este patrimonio protegido tiene una característica única: no puede ser tocado ni afectado por deudas o reclamaciones de terceros, lo que significa que el patrimonio siempre estará seguro y disponible para la persona con discapacidad. Su principal finalidad es proporcionar una cobertura financiera y apoyo a largo plazo, garantizando que las necesidades vitales de la persona con discapacidad puedan ser atendidas de manera continua, incluso en el caso de que los tutores o padres ya no puedan proporcionar el cuidado requerido.
Además, el patrimonio protegido para personas con discapacidad ofrece beneficios fiscales significativos. Estas ventajas fiscales buscan incentivar a las familias y personas cercanas a contribuir al patrimonio, asegurando una mayor protección y seguridad financiera para la persona con discapacidad.
Grados de Discapacidad y Elegibilidad
La elegibilidad para constituir un patrimonio protegido está directamente ligada al grado de discapacidad de la persona. Según la ley, dos categorías de discapacidad son elegibles:
- Aquellas personas afectadas por una discapacidad psíquica igual o superior al 33%.
- Aquellas personas afectadas por una discapacidad física o sensorial igual o superior al 65%.
Estos porcentajes están basados en las evaluaciones y diagnósticos médicos oficiales. Sin embargo, el simple hecho de cumplir con estos requisitos de discapacidad no significa que la creación de un patrimonio protegido sea automáticamente la mejor opción para todos. Es esencial consultar con un experto financiero o legal para entender completamente las implicaciones y beneficios de esta opción.
Relaciones Familiares y Elegibilidad
No sólo la persona con discapacidad puede contribuir a su patrimonio protegido. La ley también permite que determinados familiares y personas relacionadas con el individuo con discapacidad realicen contribuciones. Estas personas incluyen:
- Las personas que tengan una relación de parentesco en línea directa o colateral hasta el tercer grado, inclusive con la persona con discapacidad.
- El cónyuge de la persona con discapacidad.
- Aquellas personas que tengan a la persona con discapacidad a su cargo en régimen de tutela o acogimiento.
Estas aportaciones también disfrutan de las mismas ventajas fiscales, lo que proporciona un incentivo adicional para contribuir al patrimonio protegido. Esta es una excelente forma de asegurar el bienestar financiero a largo plazo de la persona con discapacidad, mientras se benefician de importantes ventajas fiscales. Sin embargo, es importante recordar que la totalidad de las aportaciones de todas las personas a favor de un mismo patrimonio protegido no puede exceder de 24.250 € anuales.
Pasos para Constituir un Patrimonio Protegido
Constituir un patrimonio protegido para una persona con discapacidad es un proceso legal que requiere varios pasos. A continuación, se describen estos pasos para ayudarte a entender mejor cómo se realiza este proceso.
Otorgar Escritura Pública Ante Notario
El primer paso para constituir un patrimonio protegido es otorgar una escritura pública ante un notario. Para hacer esto, es necesario abrir una cuenta bancaria en nombre de la persona con discapacidad. Aquellos que tienen la tutela o patria potestad deben figurar como autorizados en esta cuenta.
Es crucial informar al banco que esta cuenta está destinada a ser una cuenta de patrimonio protegido. El notario hará constar esto en la escritura pública. En el momento de su constitución, la cuenta debe tener un saldo de 0. Una vez constituida la escritura, se pueden comenzar a realizar aportaciones a la cuenta, ya sea de forma personal o a través de transferencias de terceros. La ley especifica que cada aportación debe constar en una nueva escritura pública.
Es importante tener en cuenta que los fondos en esta cuenta están destinados exclusivamente para cubrir las «necesidades vitales» de la persona con discapacidad. Esto puede incluir gastos médicos, educativos y de vida en general. Estos gastos deben ser acreditados y probados con facturas.
Informar a Hacienda
El segundo paso en el proceso es informar a la Agencia Tributaria sobre las aportaciones realizadas al patrimonio protegido. Esto se hace presentando el Modelo 182 durante el mes de enero de cada año. Es fundamental realizar este paso para beneficiarse de las ventajas fiscales asociadas con las aportaciones al patrimonio protegido.
Conservar todas las Facturas de los Gastos
Finalmente, es esencial mantener un registro detallado de todos los gastos relacionados con el patrimonio protegido. Esto significa conservar todas las facturas y recibos relacionados con los gastos de la cuenta. Al ser una cuenta protegida, es necesario que el dinero que salga de ella esté perfectamente justificado. Este registro de facturas y gastos puede ser solicitado por la Fiscalía en cualquier momento, por lo que es imprescindible mantener un archivo organizado por mes y año.
El proceso para constituir un patrimonio protegido puede parecer un poco complicado al principio, pero al seguir estos pasos, te aseguras de que estás tomando las medidas correctas para garantizar la seguridad financiera de la persona con discapacidad a largo plazo.
Opciones Complementarias para Proteger el Patrimonio de una Persona con Discapacidad
Además de la constitución de un patrimonio protegido, hay otras opciones complementarias que pueden servir para garantizar aún más el patrimonio de una persona con discapacidad. Aquí te presentamos dos opciones que podrías considerar:
Beneficiar a la Persona con Discapacidad en un Seguro de Vida
Una opción es nombrar a la persona con discapacidad como beneficiario de un seguro de vida. De esta forma, si la persona que sostiene la póliza fallece, la persona con discapacidad recibirá los beneficios de la póliza de seguro de vida. Esto proporciona una fuente adicional de seguridad financiera, ya que los beneficios del seguro de vida pueden ser utilizados para cubrir cualquier gasto vital o necesidad que la persona con discapacidad pueda tener en el futuro.
Contratar un Plan de Pensiones Individual
Otra opción es contratar un plan de pensiones individual en nombre de la persona con discapacidad. Este plan permite realizar aportaciones que, al igual que en el caso del patrimonio protegido, pueden beneficiarse de ventajas fiscales.
Este tipo de planes de pensiones pueden ser contratados por personas con un grado de discapacidad física o sensorial igual o superior al 65%, psíquica igual o superior al 33%, así como discapacitados que tengan una incapacidad declarada judicialmente, independientemente de su grado.
El cobro de la prestación del plan de pensiones, según lo establecido en las especificaciones del plan, se podrá realizar por el acaecimiento de algunas de las siguientes contingencias: jubilación, incapacidad y dependencia, fallecimiento, supuestos excepcionales de liquidez de enfermedad grave y desempleo de larga duración.
¿Cómo Asegurar el Futuro de una Persona con Discapacidad?
Como inversor consciente y preocupado por el bienestar de una persona con discapacidad, seguramente querrás explorar todas las vías disponibles para asegurar su futuro. En esta sección, ofreceremos algunos consejos y recomendaciones que te ayudarán a maximizar la protección y el bienestar de una persona con discapacidad. Esto incluye la prolongación de la patria potestad y la designación de un tutor legal.
Prolongar la Patria Potestad Más Allá de la Mayoría de Edad
Una opción que tienes es prolongar la patria potestad más allá de la mayoría de edad de la persona con discapacidad. Esto significa que incluso después de que la persona con discapacidad cumpla 18 años, seguirás teniendo derechos y responsabilidades legales sobre ella. Para hacer esto, deberás acudir al juzgado antes de que la persona con discapacidad cumpla 18 años. Esta medida puede ser una forma efectiva de asegurar que la persona con discapacidad continuará recibiendo el apoyo y cuidado que necesita, incluso después de alcanzar la mayoría de edad.
Otorgar un Testamento para Designar un Tutor Legal
Otra forma de garantizar el futuro de una persona con discapacidad es otorgar un testamento que designe un tutor legal en caso de tu fallecimiento. Al hacer esto, puedes estar seguro de que la persona con discapacidad seguirá estando cuidada y protegida, incluso si tú no estás allí para hacerlo.
Es importante mencionar que, a pesar de esta designación en el testamento, será finalmente la autoridad judicial o administrativa la que se pronuncie al respecto. Sin embargo, tu deseo y elección expresados en el testamento serán un factor muy considerado en esa decisión.
Recuerda, el objetivo de estas medidas es garantizar el futuro de la persona con discapacidad, maximizando la protección de su patrimonio y asegurando su bienestar a largo plazo. Con la planificación adecuada, puedes ayudar a asegurar un futuro más seguro y protegido para tu ser querido con discapacidad.